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2. Situación estructurada

Es la etapa en la que se concadenan los elementos que integran la situación problema, permitiendo ver con mayor claridad lo que acontece en la Situación Problema o no estructurada.

Para poder desarrollar esta etapa, el analista debe estar libre de prejuicios personales. Podrá hacer uso igualmente de todas las técnicas cuantitativas o cualitativas que tenga a su alcance con el fin de describir pictográficamente lo pasado, lo presente y proyectar el futuro; recogiendo, así mismo, las tendencias y querencias que los involucrados proyectan al futuro. El analista deberá considerar también las situaciones conflictivas, los intereses existentes, la estructura de poder imperante dentro y fuera del sistema, las ideologías existentes y sus consecuencias futuras y la forma en que los involucrados perciben la situación problema, por citar algunos factores.

Todo ello contribuirá a lograr el objetivo de expresar pictográficamente la situación problema, de manera que con sólo observarla el analista pueda percatarse de lo que acontece.

 

En esta etapa, el analista recoge y clasifica la información y provee una cierta descripción de la situación problema. Lo siguiente es la información que se busca:

 

  • La estructura de la organización: esos factores que no cambian fácilmente (las construcciones, las localizaciones, el ambiente, etc.).
  • Procesos o transformaciones que se realizan dentro del sistema: muchos de éstos cambian constantemente.
  • Hechos que son expresados o sentidos por los miembros de organización (quejas, críticas, sugerencias, etc.).

 

Hay muchas estrategias que los analistas pueden emplear cuando recogen los hechos, más allá de enfoques muy informales, no estructurados a las herramientas hasta las muy formales, estructuradas empleadas en el análisis tradicional de sistemas.

 

Algunas de las técnicas son:

  • Observación del trabajo
  • Entrevistas
  • Talleres y discusión




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